Siento por ciento. Así se llama el artículo de pagina 12
"En la Argentina, las estudiantes universitarias, que llegan a recibirse, superan ampliamente a los varones que se forman como profesionales. Sin embargo, a pesar de la mayor capacitación, la desigualdad salarial es una injusticia que está borrada de la agenda política y afecta a los bolsillos femeninos: las mujeres ganan alrededor de un 20 por ciento menos que los varones. Pero el problema es más difícil de solucionar porque hay poquísimas sindicalistas para defender las condiciones de empleo de las trabajadoras. Todo esto, a pesar de que ya tres de cada diez familias dependen de una jefa de hogar. Mientras que la gran deuda de la salud pública es que la mortalidad materna prácticamente no baja desde hace 15 años y la principal causa es el aborto. Las estadísticas enlazadas en esta nota a partir de distintas investigaciones reflejan un país con grandes progresos, contradicciones, deudas pendientes, disparidades sociales e inequidades regionales.
Una radiografía de las mujeres argentinas que avanzaron en su capacitación, la mantención del hogar y el acceso al poder, pero todavía sufren discriminación laboral y económica –un problema absolutamente invisibilizado– y otras agujeros en las políticas públicas incongruentes con el nivel de desarrollo del país –como el embarazo adolescente o las muertes por aborto- que no logran revertirse a pesar de los reclamos y los compromisos internacionales. Un informe para saber quiénes somos, cómo estamos y todo lo que nos falta para que la igualdad sea una palabra que nos beneficie a todas.
Les comparto la introducción a un artículo muy interesante acerca de las estadísticas en diferentes espacios, acerca de la relación de igualdad entre mujeres y hombres, no solo recoge números acerca de la diferencia demográfica, sino que a su vez lo analiza y relaciona desde aspectos como la expectativa de vida, la inferencia de los datos en la presión de escoger una “buena” pareja en una región con predominancia de población femenina, en Argentina la relación es 51% mujeres y 49% hombres similar a la situación de Colombia en donde contamos según el último censo, con un 51,2% población femenina y 48.8% población masculina, los datos de madres adolescentes y la mortalidad materna, con disparidades similares también a las colombianas marcadas por el estrato.
Se encuentra a su vez algunos quiebres de paradigmas, sobre el temor al compromiso o al matrimonio y las cifras para las mujeres y los hombres. Hay datos también muy interesantes acerca de la remuneración económica y el acceso a la educación, ya en otra entrega, tendré tiempo de compararlo con los datos del observatorio laboral de nuestro país. Por cierto, creo que este tema ocupara gran parte de las próximas entradas, porque existen serias posibilidades de orientar la tesis de la maestría en este aspecto. Pero bueno les estaré contando.
Para contrastar este artículo otros que permiten una aproximación a la situación de la mujer colombiana y su participación en la esfera pública, no dejen de ver el artículo de El Espectador.com http://www.elespectador.com/publicaciones/especial/articulo191363-el-toque-femenino-colombia y el artículo de semana.com, http://www.semana.com/noticias-opinion-on-line/mujeres-politica/135875.aspx y http://www.semana.com/noticias-politica/tan-pocas-mujeres-congreso/135809.aspx
El primero nos recuerda los compromisos de implementación de los acuerdos asumidos en el conferencia de Beijing, en este caso aunque Colombia muestra un leve incremento con respecto a la participación de las mujeres en la política y las diferentes ramas, situándose aún por debajo de algunos otros países de la región, también nombra el preocupante aumento de la violencia contra la mujer y deja un abrebocas acerca del tema de la ocupación y la remuneración, lo cual vale la pena no tomarse a la ligera, debido a que el aumento de ocupación femenina por parte de los empleadores se refleja en los cargos medios y no se nombra la discriminación en la segmentación horizontal donde la remuneración de las mujeres es inferior a la de los hombres con igualdad de cargo y de formación.
El segundo, es una mirada más crítica acerca del informe global de la disparidad de géneros, en especial en uno de los tres aspectos que mide el índice de disparidad de género(1), como es la inclusión en los estamentos políticos y como Colombia se ubica en el puesto 56/134, entre senado y cámara suma 20%. Esto nos recuerda la ley de cuotas en Colombia y con esto cierro por esta semana y el artículo que trae sobre el mantel la discusión del apoyo de la bancada femenina en el 2009, a la hora de votar el % de la cuota. Queda en el aire como plantea Miriam Paredes, “nunca se supo quién negoció esa representación del 20%”.
Mientras tanto me pregunto ¿porqué? tenemos que seguir legislando sobre igualdades y porcentajes, eso no indica acaso la disparidad. Por cierto valga la pena aclarar, que aunque considero que la unión hace la fuerza, no considero este un argumento “valido” como artilugio publicitario llamar a la cohesión femenina en torno a las próximas elecciones presidenciales, dejando de lado las propuestas de fondo y estructurales del discurso del candidat@. Tengo mis preferencias, pero cualquier@ sea el president@, este discurso no puede ser un caballito de batalla, debe ser parte de los principios de intervención y de concepción de los programas de gobierno.
Por último, aunque a la mayoría el tema que más les interese sea el colombiano, no solo por mi afinidad actual a Argentina, rescato artículos como el primero, y destaco la alta producción intelectual de este país, en cosas tan sencillas, como una separata semanal, llamada LAS 12 que hace parte de uno de los periódicos más importantes de circulación nacional, como para pensar, cierto?!
GAVI
(1) Mayor información consultar el Global Gender Gap Report. http://www.weforum.org/en/initiatives/gcp/Gender%20Gap/index.htm
